Noticias desde el IES Almoraima, Castellar Fra., Cádiz

lunes, 24 de mayo de 2010

Un poco de Historia, por Sandra Carrillo


Visitar la Almoraima durante sus vacaciones en Castellar de la Frontera

La Almoraima es uno de los núcleos de Castellar de la frontera, que junto al Pueblo Viejo y al Pueblo Nuevo, es parte esencial de este encantador municipio campo gibraltareño de la sierra gaditana.

De la Almoraima destacamos su convento, además de la naturaleza que envuelve el paisaje, el convento de la Almoraima, fundado en el siglo XVII, y dedicado a Nuestra Señora de los Reyes. Este lugar ha visto como por él han pasado religiosos y personalidades ilustres. Destaca por su estilo barroco y gótico nuevo, así como por las numerosas pinturas y esculturas que podemos ver en su interior. Hoy en día, se ha convertido en un hotel.

Cuenta la historia que fue la condesa de Castellar quien donó el convento en 1603, tomando posesión del monasterio los Hermanos Mercedarios Descalzos. Más tarde, en 1861, el duque de Medinaceli gana el convento y las 16.000 hectáreas de La Almoraima en un pleito con la Hacienda Pública, convirtiendo la zona en uno de los más selectos cotos del país. Aunque en 1934 el gobierno de la II República entregó al Ayuntamiento la finca, en plena guerra civil el gobierno de Burgos ordena la devolución de la finca a sus antiguos dueños. Durante la guerra civil, el convento sirvió de hospital para heridos de guerra. Tras varios avatares, en 1983, la finca y la Casa Convento con sus obras de arte pasan a formar parte del Patrimonio del Estado. 

En este bello paraje encontramos también la Torre de la Almoraima, de la época musulmana, que se erigió sobre una colina alcanzando la altura de 14 metros. Se utilizaba como torre fuerte y como elemento de transmisión de noticias, sobre todo de la existencia de peligros.

A finales del XIX, cuando se construyó adosada a la torre el cuartel de la Guerra Civil, esta se utilizó como prisión.
En 1945 se crea la empresa corchera La Almoraima y después de años de bonanza, llegó el declive de la misma y, tras declararse ruinosa el último heredero pone en venta el grueso de las 16.000 hectáreas con castillo incluido.
En 1972 el rico lote es adquirido por la Empresa Rumasa. En la actualidad, tras una nueva y sonada expropiación por parte del gobierno en 1983, la finca y la Casa Convento con sus obras de arte pasan a formar parte del Patrimonio del Estado.
Hoy, el Convento se ha convertido en una especie de parador que ofrece a los turistas y visitantes un paisaje de bosques exuberantes, caza mayor y el estar alojados en las habitaciones que un día fueron residencia de los Condes de Castellar.



El restaurante se halla en la Finca La Almoraima, antiguo convento, y pertenece al hotel del mismo nombre.
Elabora una excelente cocina regional, cuya base principal es la carne de caza. Como plato típico de la casa, dependiendo de la estación, se puede tomar en invierno: Cocido de Tagarninas, Lomo de Venado a la Almoraima y Peras al Vino Tinto; y en verano: Salmorejo Cordobés, Jabalí en salsa de Castañas y Tarta de Queso.
Un sitio perfecto donde la sugerente carta, y el encantador entorno, ya que se trata de una finca rodeada de naturaleza, se unen para el deleite de sus visitantes.



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